Para mi autoretrato quise reflejar esa incomodidad que siempre me caracterizo a la hora de sacarme fotos o en si de aparecer delante de una cámara, de tomar protagonismo. Probé haciendo uso de una imagen movida, de taparme con las manos, tratar de ocultarme. A su vez probé destacar la parte física que mas me caracterizo desde pequeña, gran parte se puede notar en mi arqueología personal, la parte inferior de mi cara: los cachetes con hoyuelos y sonrisa.
Para la imagen final (la más grande) considero que a diferencia de las demás encuentro interesante la mirada, creo que logré de alguna manera tomar valor de mirar fijo e imponerme frente a la cámara con seriedad, conservando una posición incómoda. El reflejo en la mesa de vidrio refuerza esa mirada.
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